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La UE prepara un nuevo recorte de 77 materias activas contra plagas tras haber suprimido el 72% en cuatro años

De llevarse a cabo la eliminación de las materias activas seleccionadas, este enésimo recorte se sumaría a los efectuados a raíz de la política fitosanitaria instaurada por la UE, la cual ha dejado en el camino el 72% de las 970 sustancias existentes en Europa hace apenas cuatro años.

Las consecuencias de estas disposiciones son extraordinariamente graves para los agricultores puesto que al disponer de un número cada vez más limitado de sustancias para luchar contra las plagas, sus cultivos sufren con mayor virulencia la incidencia de las mismas, así como un incremento de los costes de producción derivado básicamente del encarecimiento de los productos disponibles en el mercado.

En respuesta a la preocupación que levanta en el sector agrario la progresiva falta de medicinas para minimizar los daños que causan las plagas y enfermedades, la Asociación Europea para la Protección de las Plantas (ECPA, siglas en inglés) acaba de poner en marcha un ambicioso estudio que pretende medir la incidencia de la disminución de sustancias activas sobre los principales cultivos y su impacto social, económico y medioambiental. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) colabora, junto a otras organizaciones y cooperativas, en este análisis que aportará datos de España, Alemania, Austria, Francia, Italia y Países Bajos. En la agricultura española se evaluarán los efectos de la pérdida de fitosanitarios y la generación de resistencias en cultivos tan representativos como cítricos, olivar y frutales de hueso, aunque el informe también podría incorporar la viña, arroz, cereales o tomate.

“A falta de conocer los datos concretos y cuantificables, es evidente que el impacto de la nueva normativa fitosanitaria está siendo devastador para la eficiencia y la competitividad agraria europea”, denuncia el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado. “Las regiones mediterráneas –añade– son las más damnificadas porque la alarmante supresión de materias activas se ha cebado especialmente con los insecticidas, que son los más necesarios para luchar contra las plagas más extendidas en la agricultura valenciana”. Aguado critica que “Bruselas tenga más en cuenta el riesgo potencial de determinados productos que las ventajas reales que entraña su uso reglamentado y controlado por parte de los agricultores”.

Además, y para acabar de complicar un panorama ya de por sí bastante restrictivo, Bruselas está definiendo y evaluando actualmente sustancias como los llamados alteradores endocrinos o los insecticidas neonicotinoides, lo cual se traducirá, con toda probabilidad, en la supresión de más sustancias químicas.

En palabras de Aguado, “nos parece una paradoja irritante que la misma Europa que nos quita las pocas armas que tenemos para combatir las plagas, llegue incluso a permitir a terceros países que traten sus cítricos con destino al mercado comunitario con una sustancia como el acetato de guazatina que está prohibido para los cítricos europeos. De igual modo, es intolerable que la misma Europa que nos dificulta cuidar la sanidad vegetal de nuestros cultivos, muestre al mismo tiempo una absoluta incompetencia para evitar la entrada de nuevas plagas y enfermedades de . Muchas cosas están fallando en la política fitosanitaria europea y exigimos un cambio de rumbo radical”.

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La nueva PAC deja sin ayudas directas a más de la mitad de la superficie agraria valenciana y al 20,8% de los agricultores

La nueva PAC deja sin ayudas directas a más de la mitad de la superficie agraria valenciana y al 20,8% de los agricultores Valencia, 15 de enero de 2015. La nueva Política Agrícola Común (PAC), aprobada para el periodo 2014/2020 pero cuya aplicación arranca este año, perpetúa y ahonda la discriminación histórica a la que Bruselas somete a los cultivos mediterráneos. Las conclusiones de un informe elaborado por los servicios técnicos de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) acreditan que la Comunitat Valenciana va a sufrir un trato discriminatorio que repercutirá de forma muy negativa sobre el sector agrario al situar a muchos de sus cultivos en una clara situación de desventaja competitiva.

La contundencia de los datos sobre la aplicación de la PAC en el territorio valenciano ilustra por sí sola de la magnitud de esta marginación. Así, el informe de AVA-ASAJA revela que el 50,4% de la superficie agraria de la Comunitat Valenciana (334.102 hectáreas) no percibirá ningún tipo de ayudas directas procedentes de Europa, al tiempo que el 20,8% de los agricultores valencianos (25.060 titulares de explotación) se quedará, igualmente, sin recibir ninguna clase de subvención comunitaria. Estas cifras contrastan con las previsiones para esas mismas variables en el conjunto de España, ya que, en este caso, la superficie que se quedará sin ayudas directas representa el 25% del territorio agrícola español –frente al 50,4% en la Comunitat Valenciana–, mientras que los agricultores que no recibirán subvenciones en España supondrá el 15,4% del total de los mismos frente al 20,8% en la Comunitat Valenciana, tal como ya se ha señalado. “La causa principal de esta discriminación –apunta el presidente de AVAASAJA, Cristóbal Aguado– no es otra que la pretendidamente nueva PAC ha nacido más vieja que nunca. En otras palabras, que tras más de cincuenta años y después de siete reformas de la política agraria toda una serie de cultivos como las hortalizas, los frutales o la mayor parte del viñedo siguen sin percibir ayudas debido a una decisión arbitraria y que implica un agravio comparativo respecto al resto de producciones agrarias que sí cobran ayudas”.

Así las cosas, y durante el periodo de aplicación de la PAC, cultivos emblemáticos como las hortalizas de la Huerta de Valencia, como los caquis de La Ribera, el albaricoque de la Vall d´Albaida, el moscatel de Teulada o Turís, la alcachofa de Benicarló, las cerezas de la Montaña de Alicante o la mayoría de los viñedos de Utiel-Requena no percibirán pagos directos. Por otra parte, las cifras globales sobre la parte del presupuesto de la PAC asignado a España por Bruselas que va a destinarse a la Comunitat Valenciana hasta 2020 no sólo no auguran nada bueno, sino que corroboran esa discriminación a gran escala que denuncia AVA-ASAJA. No en vano, y de acuerdo con las estimaciones al respecto de esta organización agraria, de los 45.777,5 millones de euros que recibirá España por parte de Bruselas, a la Comunitat Valenciana sólo llegará el exiguo porcentaje del 2,8% de esa cifra global. Tampoco servirá para aliviar las negras perspectivas que la PAC dibuja para el campo valenciano el apartado de las medidas de mercado, puesto que la dotación se situará en torno a los 280 millones de euros para siete años con los que habrá que sufragar acciones tan decisivas como las retiradas de producción y la promoción. “Se trata de una cantidad irrisoria –lamenta Aguado– pero, en definitiva, lo que demuestra todo esto es que la PAC no ofrece las respuestas que esperamos los agricultores mediterráneos. Bruselas sigue aferrada a las viejas ideas de siempre y esas ideas no sirven porque ahondan las desigualdades entre agricultores de primera y de segunda categoría y prolongan un modelo obsoleto e ineficaz”.

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El drástico recorte de las ayudas hunde un 33% las primas del seguro de cítricos en sólo dos años

La decisión adoptada por el Gobierno el año pasado de recortar en torno al 50% las subvenciones destinadas a fomentar el uso del seguro agrario desencadenó unas consecuencias catastróficas que todavía se están dejando sentir en las principales líneas de contratación. Así, AVA-ASAJA concluye a partir de los datos oficiales de Agroseguro que, sólo en estos dos últimos años, el volumen de primas contratadas para cubrir los daños climáticos en cítricos ha descendido hasta un 33% en la provincia de Valencia, lo que equivaldría a decir que han dejado de suscribir su seguro de cítricos uno de cada tres agricultores valencianos.

Este desplome en la contratación tanto de primas como en número de pólizas va a dejar a miles de citricultores absolutamente indefensos en una campaña de una elevada siniestralidad, ya que el sector acumula pérdidas millonarias debido a los múltiples temporales de granizo, el ‘rajado’ de los frutos, los graves daños por ‘pixat’ en las clementinas y posibles heladas en este tramo final del año. Además, a medio y largo plazo esta tendencia bajista supone una amenaza para la propia estabilidad del sistema de seguros agrarios en España, donde el nivel de contratación de cítricos, si bien es superior al registrado en el campo valenciano, alcanza una caída del 28% durante este mismo periodo de tiempo.

“El balance no puede ser más negativo y preocupante” –sentencia Cristóbal Aguado, presidente de AVA-ASAJA. “Los datos resultan tan reveladores que el Gobierno central pronto se ha dado cuenta del error estratégico que cometió reduciendo las ayudas y ya en los planes de 2014 y 2015 ha ido recuperando buena parte de las subvenciones perdidas. Del mismo modo, el Consell ha reforzado su contribución presupuestaria y Agroseguro ha negociado con el sector agrario una flexibilización de la línea de cítricos. Sin embargo y tal como advertimos en su momento, es muy fácil abandonar el sistema de seguros y después muy complicado volver a recuperar la confianza de esos mismos agricultores, máxime cuando persiste una crisis de rentabilidad como la que estamos sufriendo y el sector se encuentra tan descapitalizado”.

Por ello, AVA-ASAJA exige a las distintas administraciones que insistan en la puesta en marcha de todas aquellas medidas destinadas a favorecer la solidez de un sistema de seguros que ha venido funcionando de forma modélica y ejemplar desde hace treinta años y constituye la principal garantía de rentas que poseen los agricultores ante las adversidades climáticas.

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La CE autoriza a los cítricos importados de terceros países el uso de un pesticida peligroso que está prohibido en Europa

23 – 12 – 2014

La Comisión Europea (CE) permite a los cítricos de países terceros con destino al mercado comunitario que reciban un tratamiento contra un hongo empleando pesticidas obtenidos a partir de una sustancia activa denominada acetato de guazatina cuyo uso, paradójicamente y contra toda lógica, está prohibido en el territorio de la Unión Europea (UE) por considerarla peligrosa. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) exige una rectificación inmediata por parte de las autoridades comunitarias, puesto que la actitud que vienen manteniendo en este asunto implica un agravio comparativo para los países productores de cítricos de Europa, entraña una forma de competencia desleal y supone un evidente desprecio a la salud de los consumidores europeos.

“La aplicación de esa doble vara de medir por parte de Bruselas constituye un verdadero disparate, un ejercicio de irresponsabilidad inaceptable y una burla tanto hacia el sector citrícola en su conjunto como hacia los propios ciudadanos que compran cítricos procedentes de esos países terceros y que están tratados con un plaguicida que no está autorizado en Europa debido a su toxicidad”, lamenta el presidente de AVA-ASAJA Cristóbal Aguado.

Las últimas actuaciones de la Comisión Europea al respecto no han hecho más que ahondar esa impresión y agravar las cosas. Siguiendo su política de limitar el empleo de ciertas sustancias con las se fabrican productos fitosanitarios a fin de preservar el medio ambiente y la salud de los consumidores, el Gobierno de la UE incluyó en 2011 el acetato de guazatina en la lista de materias activas de uso cada vez más limitado y de este modo se inició el proceso legal para fijar el límite máximo de residuos (LMR) de esa sustancia en los frutos tratados en 0,05 miligramos por kilo, es decir, una cantidad indetectable y que equivale a decretar, de facto, la prohibición de la sustancia.

Sin embargo, Sudáfrica solicitó en 2013 una prórroga a la UE para mantener en sus envíos de cítricos con destino a Europa el límite máximo de residuos de guazatina en 5 miligramos por kilo. Inglaterra consideró que la petición sudafricana resultaba aceptable y se trasladó el asunto a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para que emitiese un informe.

Las conclusiones del estudio de la EFSA, hecho público en agosto de este mismo año, son rotundas y desaconseja permitir el uso del acetato de guazatina por considerar que la información disponible no permite establecer que los residuos de acetato de guazatina que llevan los cítricos sudafricanos -y por extensión los de cualquier país tercero que exporta cítricos a Europa como Marruecos, Egipto, Turquía, Brasil o Argentina- sean seguros para los consumidores europeos.

Desde ese momento, y durante las reuniones del Comité Fitosanitario Permanente de la Dirección General de Sanidad y Consumo (DG Sanco) celebradas en septiembre y noviembre, se han sucedido las maniobras políticas de los países del norte a favor de Sudáfrica, que ha cursado una petición para revisar el dictamen de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Conviene subrayar que es la primera vez que se cuestiona un estudio de la EFSA. Todas estas maniobras dilatorias han dado sus resultados, hasta el punto de que la Comisión Europea impidió que se votase el asunto en la reunión de septiembre, tal como estaba previsto, y la cuestión ha quedado aplazada hasta el próximo mes de febrero, de tal manera que a fecha de hoy Sudáfrica y el resto de terceros países pueden seguir usando un producto prohibido tanto en Europa como en Estados Unidos por su elevada toxicidad.

“Lo que está sucediendo es un escándalo mayúsculo, sin precedentes –asegura Cristóbal Aguado-, un escándalo que se suma a la permisividad que la UE aplica a Sudáfrica en sus constantes envíos de cítricos contaminados de mancha negra. Los intereses comerciales de los países del norte prevalecen de forma descarada sobre los del sur e incluso, sobre la seguridad de sus propios ciudadanos. El Gobierno de España tiene que actuar con la máxima contundencia porque se trata de una injusticia flagrante y de una indecencia que clama al cielo. La UE está obligada a prohibir también a los terceros países el uso de acetato de guazatina”.