El abandono de cítricos sube 1.841 hectáreas en la Comunitat Valenciana, que lidera el ranking español en tierras sin cultivar

La crudeza de la crisis de rentabilidad que arrastra el campo valenciano, sobre todo en sus principales y más emblemáticos cultivos, ha vuelto a quedar reflejada en los resultados de la última Encuesta de superficies y rendimientos (Esyrce) que elabora el Ministerio de Agricultura. Los datos de este detallado informe revelan que durante este año las tierras de cultivo abandonadas por los agricultores valencianos experimentaron un incremento del 0,36%, lo que equivale a un total de 582 nuevas hectáreas que han quedado improductivas a lo largo de 2017. Actualmente, y de acuerdo con las estimaciones de la misma fuente, la Comunitat Valenciana acumula ya un total de 163.478 hectáreas que han dejado de cultivarse y vuelve a encabezar el ranking español de autonomías con más tierra de cultivo abandonadas.

«Se trata de una cifra escandalosa -afirma el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado- que muestra en toda su dimensión el alcance de la crisis. La gente se va del campo porque no es rentable y tampoco se produce el indispensable relevo generacional por esa misma causa. Esta es la realidad a la que nos enfrentamos cada día, mientras los políticos se limitan a darnos buenas palabras o diseñan planes disparatados como ese último proyecto para proteger la huerta sin tener en cuenta ni a los agricultores ni sus necesidades. ¿Qué territorio quieren proteger?, ¿el que nos empujan a abandonar año tras año por la falta de rentabilidad?».

Los datos relativos a la evolución negativa de la superficie de cultivo en la Comunitat Valenciana durante este año contrastan poderosamente con la tendencia opuesta que la encuesta del Esyrce detecta en el conjunto de España, donde el suelo destinado a tareas agrarias ha registrado un incremento del 2,6%, lo que supone que se ha recuperado para usos vinculados a la agricultura un total de 27.521 hectáreas.

Superficie citrícola a la baja

Por lo que respecta a los cultivos que se han visto especialmente castigados por esta regresión de las actividades agrarias en la Comunitat Valenciana, destaca el hecho de que el mayor abandono de tierras se haya producido en aquellos que tienen más implantación. Así, en cítricos se ha pasado de las 149.381 hectáreas cultivadas en 2016 a 147.540 en 2017, lo que implica una caída del 1,23%; mientras que el viñedo ha visto reducida su superficie un 2,14%, al pasar de 67.590 a 66.147 hectáreas.

No obstante, también hay que apuntar que en las antípodas de esta tendencia regresiva se encuentran algunos cultivos emergentes, como sucede sobre todo en los casos del aguacate, con un aumento del terreno de cultivo de un 61,9%, al pasar de 463 hectáreas a 750 entre 2016 y 2017, o del kiwi, que ha crecido un 8% tras incrementar su superficie de cultivo de 343 a 371 hectáreas.

Otros cultivos, y de manera especialmente significativa el caqui, han visto frenado durante este año el fuerte ritmo expansivo que venían registrando. En concreto, el terreno destinado a caqui ha aumentado de 15.520 a 15.977 hectárea a lo largo de 2017, un aumento del 2,9% que puede considerarse moderado si se compara con las cifras de los últimos años.

Cristóbal Aguado señala que «cuando un cultivo funciona mínimamente en términos de rentabilidad los agricultores apuestan por seguir en la brecha, tal como también demuestran las cifras, pero lo cierto es que a fecha de hoy la inmensa mayoría de los productores valencianos no pueden vivir de su actividad y eso es algo que también acreditan sobradamente los datos oficiales». El presidente de AVA-ASAJA, denuncia «la exasperante lentitud de los políticos para resolver los problemas de un sector al que se le acaba el tiempo». Y agrega que “el gobierno autonómico ha equivocado las prioridades en la acción política y es necesario consensuar un gran pacto agrario que contemple acciones estratégicas de futuro».

Expertos mundiales debaten en Alicante la aplicación de las patentes en la protección de las variedades vegetales

El presidente de ASOVAV, Rafael Grau, asistió a la IV Jornada Internacional sobre Variedades Vegetales organizada por la Universidad de Alicante, los días 8 y 9 de noviembre, a fin de debatir el todavía incipiente sistema de propiedad intelectual para la protección de las variedades vegetales.

Los principales juristas y representantes de entidades referentes en este ámbito como la Unión Internacional para la protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV), la Oficina Comunitaria de Variedades Vegetales (OCVV) o la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), así como abogados, miembros de la Judicatura y destacados especialistas de universidades o centros de investigación, incidieron en los problemas interpretativos y la polémica legal que crece en la relación entre el sistema de patentes y la protección de las variedades vegetales.

El método de obtención de determinadas variedades está cambiando a pasos de gigante debido a los avances tecnológicos. Las normativas vigentes en la Unión Europea establecen que una variedad vegetal o un método de obtención biológico no pueden ser objeto de una patente. Sin embargo, surgen voces autorizadas que apuntan hacia una protección dual, pues la patente puede aplicarse cuando existe un procedimiento técnico y, en ese sentido, las técnicas de obtención de variedades no esencialmente biológicas podrían introducirse en el ámbito de las patentes.

Otra cuestión que despertó un gran interés entre los asistentes fue la jurisprudencia que se está edificando en torno a las infracciones de derecho. Muchos expertos apuntaron hacia un incremento de las indemnizaciones en futuras sentencias con el objeto de resarcir el daño causado al obtentor de una variedad, sobre todo si se demuestra que hay dolo por parte del infractor, hasta tal extremo que en algunos casos se podría llegar a reclamarle todo el dinero ganado en la explotación de la variedad.

ASOVAV echó en falta la inclusión entre los ponentes de una voz autorizada y representativa de los agricultores que operan con variedades vegetales protegidas, puesto que constituyen un agente esencial en este asunto.

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En la imagen superior aparecen Pilar Montero (profesora de Derecho Mercantil en la Universidad de Alicante), Francesco Mattina (vicepresidente de la OCVV), Théophile M. Margellos (presidente de las Salas de Recursos de la EUIPO) y Sven Stürman (presidente de la Segunda Cámara de Recurso de la EUIPO).

En la imagen inferior aparecen Luis Antonio Soler (Magistrado de la Audiencia Provincial de Alicante, sección octava, Tribunal de Marca de la UE), Pedro Tent (letrado asociado principal J&A Garrigues) y Gonzalo Caruana (Magistrado de la Audiencia Provincial de Valencia, sección novena, que revisa todos los asuntos sobre propiedad industrial).

La escasez de producción citrícola adelanta las compras y eleva los precios hasta un 17%

Valencia, 22 de agosto de 2017. La acusada disminución de la próxima cosecha de mandarinas y naranjas en la Comunitat Valenciana –cifrada en un 27% inferior a la temporada pasada según una estimación inicial de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA)– ya está teniendo sus primeras consecuencias en el campo. Ante la necesidad de garantizarse un suministro con la suficiente antelación, muchos operadores comerciales están mostrando un interés ligeramente superior al habitual para estas fechas del año por cerrar operaciones de compraventa con los citricultores, lo que se está traduciendo en un adelanto de las compras, sobre todo de variedades tardías de naranjas, y en un aumento generalizado de los precios que llega a ser del 17% en algunos casos.

De acuerdo con un análisis de AVA-ASAJA elaborado a partir de los datos de la Mesa de Precios de Cítricos del Consulado de la Lonja de Valencia, las cotizaciones se han incrementado respecto al mismo periodo del año pasado en las dos variedades con más implantación en la citricultura valenciana: tanto en la Navelina (+17,5%) como en la Clemenules (+10,7%). Asimismo, hay encarecimientos globales en otras variedades como la Okitsu (+14%), Owari (+10,2%), Marisol (+8,8%) o Loretina-Mioro (+6%).

Entre las variedades cuyas compras algunos comercios se han visto en la necesidad de adelantar con vistas a asegurarse un volumen con el que poder servir a la gran distribución europea se encuentran la Navel (precio máximo de 0,294 €/kg), Navel Lane Late (máximo de 0,306€/kg) y Clemenvilla (máximo de 0,306€/kg).

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, afirma que “la ley de la oferta y la demanda debería regir en todo mercado que se precie de ser competitivo, eficiente y equilibrado. En este sentido, es lógico que si se prevé menos producción la campaña haya empezado animada y con un alza de los precios en campo. Nuestra previsión de cosecha, que es una previsión y no pretende ser ninguna especie de aforo, no debe de andar desencaminada cuando las cosas se están desarrollando así. Con todo, no hay que lanzar las campanas al vuelo porque todavía es pronto y porque, aunque las cotizaciones acaben siendo superiores, en muchos casos no van a compensar en modo alguno el descenso general de ingresos que sufrirán los productores valencianos en su conjunto a causa de esta disminución de la cosecha”.

Aguado lamenta que “a estas alturas haya operadores comerciales que hayan renunciado a defender un precio justo en el mercado” y les insta a “remar codo con codo junto a los agricultores para evitar que sigan pagando los platos rotos y sigan abandonando sus campos por falta de rentabilidad. Hay que mantenerse unidos porque todos vamos en el mismo barco”.

En cuanto a los propios agricultores, el dirigente agrario hace un llamamiento para que actúen con cautela y calma a la hora de vender la fruta.

Variación de los precios de la Lonja de Cítricos de Valencia:

 

Variedad

 

5 septiembre 2016

 

21 agosto 2017

 

Variación

Navelina 0,165/0,235 €/kg 0,188/0,282 €/kg + 17,5%
Navel Sin operaciones 0,247/0,294 €/kg
Navel Lane Late Sin operaciones 0,235/0,306 €/kg
Salustiana Sin operaciones 0,188/0,235 €/kg
Iwasaki 0,235/0,329 €/kg 0,235/0,306 €/kg – 4,3%
Okistsu 0,212/0,282 €/kg 0,235/0,329 €/kg + 14%
Owari 0,212/0,259 €/kg 0,212/0,306 €/kg + 10,2%
Clemenrubí 0,470/0,799 €/kg 0,470/0,705 €/kg – 7,5%
Oronules 0,376/0,611 €/kg 0,376/0,564 €/kg – 4,5 %
Marisol 0,235/0,306 €/kg 0,235/0,353 €/kg + 8,8%
Loretina-Mioro 0,282/0,376 €/kg 0,329/0,376 €/kg +6%
Clemenules y Orogrande 0,235/0,282 €/kg 0,235/0,341 €/kg + 10,7%
Clemenvilla Sin operaciones 0,235/0,306 €/kg

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AVA-ASAJA calcula una acusada disminución del 27% en la futura cosecha valenciana de cítricos

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) estima que la producción de cítricos de la próxima campaña en la Comunitat Valenciana experimentará un severo descenso del 26,8% respecto al ejercicio precedente. Los servicios técnicos de esta organización agraria han elaborado un informe a partir de las múltiples consultas efectuadas entre los delegados de AVA-ASAJA en las principales zonas productoras de agrios y la conclusión es unánime: la futura cosecha de la campaña 2017/18 registrará un disminución muy marcada tanto en el capítulo correspondiente a mandarinas como en el apartado relativo a naranjas. En el primer caso, de acuerdo con los cálculos de AVA-ASAJA, la caída productiva será del 29,8%, mientras que en el segundo la merma se situará ligeramente por encima del 28%.

Por variedades destacan de manera muy significativa las bajadas del 40,5% y del 38,7% previstas para satsumas y clementinas tempranas respectivamente, así como el descenso del 28,8% que podría alcanzar la naranja navel. Las causas de esa reducción del rendimiento productivo de la citricultura valenciana de cara a la próxima temporada hay que buscarlas, por una parte, en la alternancia natural que, en términos de cosecha, caracteriza a las campañas citrícolas, es decir, a un ejercicio de producción elevada, como fue el caso del anterior, suele sucederle otro menos fecundo.

El segundo de los motivos que han originado esta coyuntura tiene que ver con determinados fenómenos climáticos y su incidencia negativa sobre la evolución fisiológica del arbolado. Efectivamente, durante el mes de diciembre se acumularon una serie de días de copiosas lluvias que afectaron a las raíces y debilitaron a naranjos y mandarinos que sobre todo en las zonas más llanas y con la llegada de la primavera presentaban un aspecto amarillento y alicaído. Esos síntomas se materializaron poco después en una floración muy irregular que se complicó aún más durante la fase del cuajado de los frutos debido al calor anormalmente alto que imperó durante el mes de mayo.

«Lo cierto es que entre unas cosas y otras -reflexiona el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado- nos encontramos con una producción citrícola muy corta y por eso nos vemos en la obligación de hacer un llamamientos a los agricultores para que actúen con cautela y calma a la hora de vender la fruta. Con una disminución tan notable de la cosecha, los precios que se negocien tienen que ser, como poco, forzosamente razonables». No obstante, el máximo responsable de esta organización agraria recuerda que «aunque las cotizaciones sean superiores a las del pasado año, no por ello va verse compensado en modo alguno el descenso general de ingresos que sufrirán los productores valencianos en su conjunto a causa de esta disminución tan acusada de la cosecha».

Ante las perspectivas que se abren, Cristóbal Aguado reclama a «todos los agentes que intervienen en el proceso comercial, desde los agricultores, pasando por los comercios y sin olvidar, por supuesto a la gran distribución, que trabajen con la máxima seriedad, profesionalidad y rigor a fin de gestionar de la manera más beneficiosa para todos la escasa producción con la que vamos a contar».

AVA-ASAJA exige la dimisión de Montoro por la gran chapuza en la rebaja fiscal al campo valenciano

viento

Naranjas caídas al suelo por las fuertes rachas de viento.

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) exige la inmediata dimisión del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por la descomunal chapuza que ha perpetrado en la rebaja fiscal aplicada al campo valenciano, una mejora tributaria que de manera incomprensible deja fuera a importantes términos municipales e incluso a comarcas prácticamente enteras cuyos cultivos se vieron gravemente afectados durante 2016 por adversidades climáticas tan devastadoras como la sequía, la gota fría o diversos episodios de heladas, pedrisco y viento.

“La discriminación de la Comunitat Valenciana, y en este caso concreto de su agricultura, por parte del Gobierno de Rajoy constituye un insulto intolerable, máxime cuando la publicación de la orden que recoge la disminución de módulos agrarios se produce un día después de que el Ejecutivo anunciase un acuerdo con el País Vasco en virtud del cual esa comunidad autónoma va a verse favorecida por miles de millones de euros”, lamentó el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.

Sin embargo, esta organización agraria manifiesta también que la Generalitat ha contribuido de forma decisiva a ejecutar este desatino para el campo valenciano a través del pésimo y muy cuestionable trabajo que llevó a cabo la conselleria de Agricultura a la hora de elaborar el informe anual sobre las repercusiones negativas del clima en el sector agropecuario, un informe fundamental que luego se remite a Madrid para el que Ministerio de Hacienda elabore la lista de cultivos y municipios que posteriormente se beneficiarán de la rebaja fiscal.

“Queremos que se haga público ese informe de la conselleria para saber exactamente qué ha pasado –reclama Cristóbal Aguado– y,  desde luego, que se depuren también cuantas responsabilidades sean necesarias por la inestimable colaboración del departamento agrario de la Generalitat a esta situación que va a suponer un perjuicio económico muy considerable para miles de agricultores valencianos”.

Con todo y con eso, el presidente de AVA-ASAJA afirma al mismo tiempo que “esta mejora tributaria era absolutamente necesaria y tendrá efectos positivos para aquellos agricultores y ganaderos incluidos en la misma, pero muchos otros se han quedado fuera y consideramos que es una verdadera lástima porque era una oportunidad para dejar de marginar a la agricultura valenciana”.

Por citar sólo algunos de los términos municipales de gran peso agrícola que se han visto marginados de la rebaja de módulos aplicada a determinados cultivos cabe destacar, entre muchos otros, Alberic, Algemesí, Alginet, Alzira, Benifaió, Campo Robles, Carlet, El Puig, Gandia, L´Alcudia, Picassent, Requena, Sollana, Tavernes de la Valldigna, Utiel, Xàtiva, Xeraco o Xeresa.

En este sentido, es preciso señalar que en esta misma orden del Ministerio de Hacienda se aplica la mejora tributaria decidida para un cultivo a una determinada autonomía o una comarca en su conjunto, mientras que para la Comunitat Valenciana no se ha seguido ese mismo criterio, sino que se ha optado por establecer un listado de municipios que ha resultado errónea, caótica y discriminatoria. Así las cosas, AVA-ASAJA exige una rectificación inmediata y que se publique una orden con carácter de urgencia en la que se incluyan todos los términos municipales y localidades valencianos que se han visto excluidos.

“Los agricultores valencianos –sostiene Cristóbal Aguado– tenemos motivos sobrados para sentirnos irritados y profundamente decepcionados porque esta rebaja no refleja en absoluto la dura realidad de un sector que el año pasado perdió, sólo a causa de incidentes climáticos, más de 600 millones. Visto lo visto, da la impresión de que los políticos usan los fondos públicos en beneficio de su propia conveniencia e interés en lugar de hacerlo en función de las necesidades reales de la sociedad”.

El temporal se ceba con el sector agropecuario valenciano y deja pérdidas de más de 170 millones

Valencia, 19 de diciembre de 2016. El temporal de lluvias torrenciales que desde el pasado viernes azota la Comunitat Valenciana está causando gravísimos daños en el sector agropecuario. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), tras efectuar una primera valoración sobre la incidencia de las tormentas, estima que el valor de los desperfectos ocasionados en la agricultura y la ganadería valencianas debido a la enorme cantidad de agua que ha descargado de manera ininterrumpida durante cuatro días consecutivos se sitúa en torno a 172 millones de euros.

citricosinundadosLos cítricos y las infraestructuras agrarias son los capítulos que han sufrido con mayor virulencia los efectos de temporal que en muchas zonas ha dejado más de 200 litros por metro cuadrado, si bien tampoco han escapado a las devastadora incidencia de las lluvias ni los caquis, ni las hortalizas, ni el olivar ni las instalaciones ganaderas. En el caso de los cítricos, el 40% de la producción de mandarinas de media estación que aún no había sido recolectada se da por perdida en su práctica totalidad como consecuencia del demoledor impacto que están teniendo sobre los frutos fisiopatías como el “pixat” o el “aguado” provocadas por un exceso persistente de humedad y agua. También el viento ha tirado muchos frutos al suelo. El valor económico de esa cosecha de mandarina cuya comercialización va a resultar imposible por los motivos apuntados supera los 50 millones de euros.

En cuanto a las naranjas, principalmente las navelinas que aún no habían sido recogidas del árbol –alrededor del 30% de la producción–, así como de las variedades más tardías, cuya recolección prácticamente no se ha iniciado, las pérdidas oscilan en torno a los 40 millones de euros, de tal manera que los daños del temporal en el conjunto de la citricultura de la Comuntitat Valenciana rebasan los 90 millones.

Por lo que respecta a la situación del caqui, los servicios técnicos de AVA-ASAJA señalan que del 30% del total de la cosecha que todavía está pendiente de recolección alrededor del 15% no podrá ser comercializado debido a los daños sufridos, lo que supone unas pérdidas de unos 12 millones para los productores.

La enorme cantidad de agua caída estos días en el territorio valenciano se ha cebado también en las infraestructuras agrarias: bancales, caminos rurales, invernaderos, pozos e instalaciones de riego, así como el propio arbolado que en determinadas zonas puede morir debido a la asfixia radicular, se han visto afectados de manera muy considerable. Las pérdidas en este apartado se concretan en unos 50 millones de euros.

En hortalizas, los campos de cebollas, coliflores y lechugas de las comarcas de l´Horta y Camp del Turia han quedado inundados y el valor conjunto de las cosechas destruidas por el temporal asciende a unos 14 millones de euros, mientras que en el caso del olivar el agua y el viento han derribado frutos en algunas áreas de la Vall d´Albaida, la Costera y la Canal de Navarrés, causando unas pérdidas que los agricultores cifran en algo más de un millón de euros.

Finalmente, en el sector ganadero se constata que las lluvias y el viento han causado inundaciones y destrozos apreciables en un gran número de granjas de porcino y también avícolas aunque en menor medida. En una primera estimación provisional, la cuantía de las pérdidas en la ganadería ronda los 5 millones de euros.

Ante la gravedad de la situación provocada por este último temporal, AVA-ASAJA reclama a las Administraciones la puesta en marcha de un plan de medidas especiales que incluya ayudas para aquellas parcelas que hayan perdido más del 30% de su producción, créditos bonificados, rebaja de módulos, exención de IBI rústico y subvenciones para la reposición del arbolado muerto por asfixia. Asimismo, la organización agraria pide a Agroseguro que actúe con rapidez y agilidad tanto en peritaciones como en el pago de los siniestros.

AVA-ASAJA recuerda que a los más de 170 millones de pérdidas causados por este último temporal en el sector agropecuario valenciano hay que sumarle los daños, evaluados en torno a los 100 millones de euros, provocados por las lluvias y el pedrisco de las semanas anteriores, con lo que la cifra total acumulada durante el otoño y el invierno de este año se aproxima a los 300 millones.

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La asamblea de ASOVAV destaca que las variedades protegidas doblan y triplican el precio de las variedades convencionales

La asamblea de la Asociación de Operadores de Variedades Vegetales (ASOVAV) destacó hoy el alto rendimiento económico obtenido por las variedades vegetales protegidas respecto a las variedades convencionales durante la campaña 2105/2016.

Tras analizar la evolución de la campaña de cítricos, Rafael Grau, presidente de ASOVAV, señaló que “la alta rentabilidad económica obtenida por las variedades protegidas demuestra que estas nuevas fórmulas de producción y comercialización constituyen una de las apuestas más seguras para garantizar la rentabilidad de los agricultores, una rentabilidad que por desgracia y debido a una serie de factores se encuentra estancada o seriamente comprometida en buena parte del sector agrario”.

Según los datos de cotización de la Lonja de Cítricos de Valencia, los precios alcanzados por las variedades protegidas Nadorcott y Orri durante esta campaña han duplicado y triplicado respectivamente el precio máximo obtenido por el resto de mandarinas del mercado, ofreciendo a los agricultores que apostaron por este tipo de variedades una alta rentabilidad.

En concreto, el precio medio de la arroba de la mandarina Nadorcott se situó en torno a los 7,5 euros, llegando en algunos momentos de la campaña a alcanzar los 11,41 euros, mientas que por una arroba de la variedad Clemenules, una de las más implantadas en el mercado, se pagó un máximo de 4,508 euros. En cuanto al comportamiento de la variedad Orri, sus precios llegaron a triplicar los precios de una variedad tan extendida como la Hernandina. Concretamente, la arroba de la Orri alcanzó los 14,42 euros, mientras que por la Hernandina se pagó un máximo de 4,80 euros.

Proyectos de futuro

Por otra parte, el presidente de ASOVAV indicó en su informe de gestión, que fue avalado de forma unánime por los socios que asistieron a la asamblea, que los procesos regulatorios de las diversas variedades que lleva a cabo la entidad se encuentra prácticamente concluidos, al tiempo que subrayó la necesidad de acometer nuevos retos de futuro.

En ese sentido, Rafael Grau anunció la creación de un grupo de trabajo que establecerá diferentes vínculos con los obtentores y licenciatarios de nuevas variedades vegetales para trasladar a los socios las novedades más atractivas en este campo de la innovación agraria en aras de contribuir a que obtengan la máxima rentabilidad de los cultivos, así como establecer acuerdos para que los socios puedan disponer de esas variedades en régimen de preferencia.

Asimismo, el presidente de ASOVAV comunicó la puesta en marcha de una ‘Comisión de Seguimiento de Variedades Vegetales’, que tendrá como objetivo analizar el comportamiento de diferentes variedades de cítricos que ya están en el mercado en distintos puntos de la península para que los agricultores puedan tomar las decisiones más idóneas en la gestión de sus cultivos.

 

 

 

 

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Sudáfrica casi duplica el límite permitido de mancha negra en sus envíos de cítricos ante la pasividad de la UE

Las exportaciones de cítricos procedentes de Sudáfrica con destino a los mercados comunitarios constituyen una bomba de relojería que amenaza, de una forma cada vez más evidente y peligrosa, con introducir en la citricultura europea la devastadora enfermedad de la mancha negra (Guignardia o Phyllosticta citricarpa), puesto que no en vano los envíos sudafricanos de agrios durante los últimos meses con destino a Europa casi duplican el límite máximo de mancha negra autorizado por la Unión Europea (UE).

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) subraya que los últimos datos oficiales hablan por sí solos de la dimensión que ha alcanzado el problema, ya que hasta la fecha las detecciones de este peligroso hongo en los cargamentos sudafricanos de agrios ascendían a un total de nueve, es decir, casi el doble de las permitidas por el Ejecutivo comunitario en las últimas disposiciones que dictó al respecto. Efectivamente, el año pasado, y ante las incesantes presiones del sector citrícola español en su conjunto, la Comisión Europea estableció que si se localizaban en los envíos de Sudáfrica más de cinco casos de mancha negra se adoptarían “medidas contundentes”, que debían incluir, como parte fundamental de las mismas, el inmediato cierre de las fronteras a los cítricos de origen sudafricano. Pues bien, a finales del pasado mes de agosto ya se habían producido en los puertos europeos nueve detecciones de cargamentos de cítricos de Sudáfrica contaminados con mancha negra.

Sin embargo, la Comisión Europea, contraviniendo claramente sus propias ordenanzas sobre este punto, ha permanecido de brazos cruzados en un estado de completa pasividad ante lo que está sucediendo y sin adoptar ninguna de esa “medidas contundentes” que se comprometió a aplicar contra los desmanes sudafricanos en materia de sanidad vegetal. Además, hay que destacar que este año la climatología ha jugado a favor de Sudáfrica al propiciar que los ataques de esta enfermedad en sus parcelas fuesen menos virulentos que en otras campañas, ya que en caso contrario el número de detecciones habría sido aún mayor.

Ante esta situación, AVA-ASAJA considera absolutamente inadmisible la actitud cómplice y permisiva que viene mostrando la Comisión Europea hacia Sudáfrica, una actitud que, tras las reiteradas promesas incumplidas y, sobre todo, ante el grave riesgo que la mancha negra entraña para la citricultura europea, sólo puede considerarse como una tomadura de pelo en toda regla.

Frente a esta situación tan alarmante, AVA-ASAJA exige a las autoridades comunitarias un cambio radical en sus actuales planteamientos contemporizadores que se traduzca a su vez en el cierre inmediato de las fronteras europeas a los cítricos procedentes de Sudáfrica con el compromiso añadido de que no volverán a abrirse hasta que el citado país sea capaz de garantizar de manera fehaciente que ha solucionado el problema de la mancha negra.

En este sentido, AVA-ASAJA alerta sobre las maniobras de distracción que Sudáfrica llevó a cabo el año pasado con la plena aquiescencia de la UE al anunciar, por estas mismas fechas, que ante la abultada presencia de mancha negra en sus cargamentos suspendía de forma unilateral sus exportaciones, con la salvedad de que su anuncio se produjo cuando la campaña exportadora se encontraba prácticamente finalizada y con los últimos envíos rumbo a los puertos europeos.

AVA-ASAJA espera que Sudáfrica no vuelva a incurrir este año en semejante ceremonia de la confusión y reclama a la UE que se muestre mucho más firme si los exportadores citrícolas del referido país volviesen a poner en práctica una pantomima de semejante calibre.

Al mismo tiempo, AVA-ASAJA transmite su preocupación ante el grave deterioro que han sufrido durante esta campaña las importaciones de cítricos originarios de Argentina, ya que, tras unos años de relativa bonanza, a lo largo de este ejercicio el número de interceptaciones de mancha negra en sus envíos se ha disparado hasta el mismo e inaceptable nivel que en el caso de Sudáfrica, es decir, nueve. Por tanto, esta organización agraria solicita que se apliquen a Argentina los mismos criterios en materia de control y cierre de fronteras que a Sudáfrica. El problema es de igual magnitud en ambos países y la UE está obligada a actuar con idéntico rigor en ambos casos.

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Las variedades del IVIA Safor y Garbí presentan graves problemas en la piel que frenan su comercialización

AVA-ASAJA reúne a más de un centenar de afectados con el objeto de exigir a la Conselleria de Agricultura una solución compensatoria para los cientos de agricultores que sufren esta situación.

Las variedades de mandarina Safor y Garbí, desarrolladas por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), se han convertido en un problema muy serio para la inmensa mayoría de los agricultores que apostaron por ellas debido a los graves defectos que presentan en la piel y que están impidiendo su comercialización. Tanto es así, que en algunos casos la totalidad de la cosecha de estas variedades se ha echado a perder porque ningún comercio ha querido adquirir una fruta tan repleta de manchas que hace imposible su venta al público.

Esta situación tan preocupante se puso de relieve durante el transcurso de una reunión convocada esta semana por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) a la que acudieron más de un centenar de afectados y en la que también estuvieron presentes el director general de Producción Agraria de la Conselleria de Agricultura, José Miguel Ferrer, y el director del IVIA, Enrique Moltó, quienes escucharon las reiteradas quejas de los agricultores y, ante la exigencia de los dirigentes de AVA-ASAJA para que se buscasen soluciones compensatorias al problema suscitado, expusieron algunas de las posibles alternativas.

La cronología de los hechos denunciados se remonta a 2009, cuando el IVIA sacó al mercado sus nuevas variedades de mandarina Safor y Garbí, presentadas ante los agricultores como un gran logro, como una de las obtenciones “estrella” del centro investigador, hasta el punto de que los propios servicios de transferencia tecnológica de la Conselleria de Agricultura difundieron entre sus potenciales usuarios las supuestas bondades de la Safor y la Garbí.

Sin embargo, seis años después, es decir, cuando los plantones adquiridos han entrado ya en plena producción, los resultados que se están obteniendo distan mucho de ser tan prometedores como se pensaba inicialmente. La aparición de diversos tipos de manchas en la piel de ambas variedades, independientemente de la zona y de la comarca, es decir, del tipo de clima, donde hayan sido plantadas se ha generalizado de un modo alarmante sin que el IVIA haya sido capaz hasta el momento ni de explicar la causa de estas fisiopatías que generan un problema comercial de primer orden ni de encontrar un tratamiento adecuado.

Los responsables de la Conselleria y del IVIA que asistieron a la reunión convocada por AVA-ASAJA, y que no ocupaban sus actuales cargos de responsabilidad política cuando se autorizó la salida al mercado de la Safor y la Garbí, se mostraron receptivos a las reclamaciones formuladas por los agricultores. Durante el encuentro llegaron a avanzar incluso algunas de las posibles medidas que podrían arbitrarse para compensar a los afectados, entre ellas la opción de reinjertar las explotaciones de Safor y Garbí con nuevas variedades que obtenga el IVIA, si bien aún habría que negociar si los agricultores interesados en esa hipotética reconversión tendrían que desembolsar alguna cantidad económica a cambio, a lo cual se opone tajantemente AVA-ASAJA.

Ferrer y Moltó anunciaron también que se ha aprobado un nuevo protocolo de experimentación y control de nuevas variedades por parte del IVIA con el objeto de asegurar que en el futuro no saldrán al mercado nuevos productos vegetales sin haber sido suficientemente testados y probados mediante un exhaustivo proceso previo de evaluación.

AVA-ASAJA valora en términos positivos la actitud negociadora mostrada por el director general de Producción Agraria de la Conselleria de Agricultura y por el director del IVIA, pero advierte que se mostrará firme a la hora de pactar una solución clara y satisfactoria para los cientos de agricultores que sufren los graves problemas que presentan la Safor y la Garbí.

Al calor de la reunión, los agricultores afectados -algunos de los cuales dijeron sentirse “engañados” por el IVIA- tomaron la decisión de constituir, a través de AVA-ASAJA, algún tipo de agrupación con el objeto de poder coordinar y canalizar sus reclamaciones ante la Conselleria de Agricultura. Con esa futura agrupación de afectados también colaborará activamente la Asociación de Operadores de Variedades Vegetales (ASOVAV), entidad especializada en temas varietales.

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La UE prepara un nuevo recorte de 77 materias activas contra plagas tras haber suprimido el 72% en cuatro años

De llevarse a cabo la eliminación de las materias activas seleccionadas, este enésimo recorte se sumaría a los efectuados a raíz de la política fitosanitaria instaurada por la UE, la cual ha dejado en el camino el 72% de las 970 sustancias existentes en Europa hace apenas cuatro años.

Las consecuencias de estas disposiciones son extraordinariamente graves para los agricultores puesto que al disponer de un número cada vez más limitado de sustancias para luchar contra las plagas, sus cultivos sufren con mayor virulencia la incidencia de las mismas, así como un incremento de los costes de producción derivado básicamente del encarecimiento de los productos disponibles en el mercado.

En respuesta a la preocupación que levanta en el sector agrario la progresiva falta de medicinas para minimizar los daños que causan las plagas y enfermedades, la Asociación Europea para la Protección de las Plantas (ECPA, siglas en inglés) acaba de poner en marcha un ambicioso estudio que pretende medir la incidencia de la disminución de sustancias activas sobre los principales cultivos y su impacto social, económico y medioambiental. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) colabora, junto a otras organizaciones y cooperativas, en este análisis que aportará datos de España, Alemania, Austria, Francia, Italia y Países Bajos. En la agricultura española se evaluarán los efectos de la pérdida de fitosanitarios y la generación de resistencias en cultivos tan representativos como cítricos, olivar y frutales de hueso, aunque el informe también podría incorporar la viña, arroz, cereales o tomate.

“A falta de conocer los datos concretos y cuantificables, es evidente que el impacto de la nueva normativa fitosanitaria está siendo devastador para la eficiencia y la competitividad agraria europea”, denuncia el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado. “Las regiones mediterráneas –añade– son las más damnificadas porque la alarmante supresión de materias activas se ha cebado especialmente con los insecticidas, que son los más necesarios para luchar contra las plagas más extendidas en la agricultura valenciana”. Aguado critica que “Bruselas tenga más en cuenta el riesgo potencial de determinados productos que las ventajas reales que entraña su uso reglamentado y controlado por parte de los agricultores”.

Además, y para acabar de complicar un panorama ya de por sí bastante restrictivo, Bruselas está definiendo y evaluando actualmente sustancias como los llamados alteradores endocrinos o los insecticidas neonicotinoides, lo cual se traducirá, con toda probabilidad, en la supresión de más sustancias químicas.

En palabras de Aguado, “nos parece una paradoja irritante que la misma Europa que nos quita las pocas armas que tenemos para combatir las plagas, llegue incluso a permitir a terceros países que traten sus cítricos con destino al mercado comunitario con una sustancia como el acetato de guazatina que está prohibido para los cítricos europeos. De igual modo, es intolerable que la misma Europa que nos dificulta cuidar la sanidad vegetal de nuestros cultivos, muestre al mismo tiempo una absoluta incompetencia para evitar la entrada de nuevas plagas y enfermedades de . Muchas cosas están fallando en la política fitosanitaria europea y exigimos un cambio de rumbo radical”.